sábado, 4 de abril de 2020

Confesiones de encierro


A veces es un poco complicado rectificarse, darse cuenta. Pero quizás; tan solo quizás, al darte cuenta, puede que hayas demorado mucho y que sea ya muy tarde.

Vuelvo a escribir por aquí luego de mucho, tal vez por falta de tiempo, cobardía, o de repente porque, una vez más, pensé que todo estaba bien después de tantas cosas y de que no era necesario seguir desahogándome en este blog. FALLÉ. La cuarentena ha sacado a relucir la peor versión de mí, aunque con esbozos del intento de buena persona que suelo ser para el resto.

Bueno, lo “interesante” es que estoy de nuevo aquí, un tanto ausente, pero aquí al fin y al cabo. Espero poder plasmar todo mi sentir en este post y en los siguientes, tratando de descifrarme y usar esto como un escapar del "mundo real" y mostrar una faceta recurrente (y escondida) que hasta para mi, luego de tantos años, sigue siendo extraña.

Acompáñenme una vez más en uno de los tantos caminos que es ser yo, a desenterrar ciertos pasajes de mi vida, de mi imaginación, y en el peor (o mejor) de los casos, morir en el intento.

Gracias totales.

Cuarentena

- La locura es el estado en que la felicidad deja de ser inalcanzable -

Cuando todo esto acabe, yo seguiré aquí.

Cuando el último rayo de luz ilumine la visión de alguna persona que ya se hartó de estar encerrado, yo seguiré aquí.

Cuando llores desesperado por querer abrazar por última vez a la persona que extrañas tanto, yo seguiré aquí.

Cuando pienses en él o en ella y se dibuje una sonrisa en tu rostro, yo seguiré aquí.

Cuando estés a punto de querer matar a las personas con las que estás pasando el tiempo, yo seguiré aquí.

Atormentando cada uno de los escombros y rincones de tu cerebro, yo seguiré aquí.

¿No sabes quiénes somos?

Somos la locura que circula en tu cuerpo, rogando ser liberada de tu mente.

Somos de lo que te escondes cuando te metes a tu cama por las noches.

Somos lo que callas y lo que te paraliza cuando llega la oscuridad, cuando no te podemos alcanzar.


- Conversación con alguna de mis personalidades hace 5 minutos -

jueves, 18 de diciembre de 2014

Feliz feliz NO cumpleaños,a mi, a tu

Yo, en mi primer cumpleaños
Las personas que realmente me conocen (son muy pocas por cierto) saben que odio mi cumpleaños. No la considero una fecha importante ya hace algunos años, no porque me haga viejo y eso me deprima, solo que prefiero estar solo.

No me gusta que gente a la que no veo hace años me escriba solo porque lo vio en Facebook y se “acordó” y me escriba un testamento recordando anécdotas o huevaditas, o que simplemente mi familia me llame y me deseen lo mejor, o que me den el sermón de cuanto he crecido, o que sea la oportunidad de decirme que cosas estoy haciendo mal y que cosas tengo que hacer para que salgan mejor. Cansa. Es agobiante tener que aguantar todo eso. Yo apagaría mi celular, desactivaría mi Facebook y me borraría del mapa como hice el año pasado. Eso me haría inmensamente feliz. No es la mejor manera de pasar un cumpleaños, lo sé. Al menos no para la gente “normal”.

Pero dentro de todo creo que es un arma de doble filo. Si bien odio mis cumpleaños,antes los añoraba y me emocionaba al saber que llegaba. Sin embargo, al menos este año espero los saludos de algunas pocas personas que considero especiales en mi vida.

El por qué la aversión hacia mi cumpleaños tiene que ver con un tema netamente personal, el cual no pienso divulgar por aquí. Pero, desde que eso pasó, allá por el 2009, juré hasta el cansancio que no lo celebraría. Y lo más divertido de todo es que el mundo conspira de tal manera que desde esa fecha, días previos a mi cumpleaños SIEMPRE tiene que pasar algo que hace que el panorama no sea alentador ni vislumbre algún cambio en mi sentir.  Al contrario, lo agrava.

Muchas personas que quiero no entienden mi postura respecto a mi cumpleaños. Al ser MI día, la lógica sería que debería celebrarlo como me plazca. Aunque a veces es bueno tratar de romper esquemas y poner una póker face a lo Lady Gaga y tratar de sonreir, aunque sea para la foto.


No soy un amargado. No odio a nadie. Solo odio mis cumpleaños, pero acepto regalos.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

The Big Bang Theory

En Máncora, hace algunos años haciendo una Henkidama
Fueron 3 meses de ausencia en la alcantarilla.

Fueron meses difíciles.

Tengo varios textos que aún no publicaré porque faltan detalles por afinar.

Empezaré por el principio de los tiempos, como suelo hacer.

Me puse a pensar, que cosa debo escribir para reivindicarme por tanto tiempo de ausencia con las pocas personas que leen estas líneas, como llamar su atención de nuevo. Y la verdad no se me ocurrió ni un carajo, así que hablaré de cómo se inició el mundo.

El mundo se inició, según muchas teorías, por el Big Bang. Si, ese mismo que hizo que los dinosaurios se extinguieran, que los peces evolucionaran cual pokemones, se hicieron anfibios, luego monos, luego humanos, que al final del día terminan viendo televisión con su familia en la sala (citando a los Simpsons). Hice una mezcla de varias teorías, no se mucho del tema. No me hagan bullying. Pero bueno, digamos que el mundo se inició así. No digo que no. Pero ¿quién dijo eso y como probarlo? ¿Hay que creer a gente que muy a su estilo predijo que el mundo se creó así, sin toda la tecnología que tenemos ahora?

Aquí viene lo importante de todo esto. Como se inició el mundo. En mi caso, el mundo se inició cuando nací. Volvió a iniciarse cuando cambie de colegio. Cuando se divorciaron mis viejos. Cuando nació mi hermano. Volvió a iniciarse cuando perdí a ese alguien que quise muchísimo y me lo arrebataron. Y volvió a iniciarse cuando, luego de vivir dando tumbos por la vida, mucha gente me hizo reaccionar y me hizo dar cuenta de las cosas que iba, y que sigo haciendo mal. Ahí está el detalle y el dilema. No se reinicia nuestro mundo (universo o como quieran llamarlo) cada vez que pasa algo importante, bueno, malo, triste, feliz en distintos momentos? ¿Un nuevo amor, una decepción, una etapa nueva de la vida? Cada vez que gritamos, lloramos, reímos. Es un re-nacer. Son emociones, sensaciones, sentimientos que brotan de lo más profundo de  nuestro ser. A menos que seas un ser frío, sin sentimientos y como estúpidamente le dije a mucha gente tener “sangre de francotirador” así no te afecta ni mierda y vives en el limbo (pa pasarlo caliente con toda mi gente jajaja).

En conclusión, yo creo que nuestro mundo se inicia y se reinicia todos los días. Solo nos queda hacer que el reinicio sea para algo mejor, no quedarnos en lo mismo siempre, a pesar de que el cambio nos asuste. “El cambio es bueno” dijo Rafiki en el Rey León. Si, de vez en cuando hay que hacerle caso a los dibujitos. No, no estoy ni drogado, ni borracho, ni estoy loco… bueno, al menos los médicos no me dicen eso aún.

Saludos a Copérnico, Nostradamus, Darwin, Fred Hoyle, Aristarco de Samos, que deben de estar revolcándose en su tumba después de todas las teorías que destruí; imaginariamente por cierto, el día de hoy. Y si no saben quienes son, hagan como yo y búsquenlo en wikipedia.


Regresé con fuerza. Que se cuiden los malditos.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Amor a primer oído

No encontré foto tocando guitarra, pero si  esta foto vergonzosa
cantando algo de niño
Decir que recuerdo la primera palabra que dije, el tiempo que me tomó aprender a caminar, cuando dejé el biberón, sería mentirles. Si les digo que el primer sonido que recuerdo es a mi mamá o mi papá hablándome; perdón viejos, pero no es así. 

La única memoria respecto a eso la tengo gracias a las miles de vergonzosas fotos que mi querida familia atesora con cariño y cada cierto tiempo las exhiben sin reparo alguno, frente a desconocidos o entre ellos para recordar al negrito que algún día fue chiquito y se dejaba hacer cariño jajajaja 

Cuando mi cerebro empezó a ordenar ideas y tener una orientación en tiempo y espacio medianamente decentes,  lo poco que recuerdo de esa época (cuando era niño) es de un sonido en particular, un sonido que hasta ahora me persigue, me envuelve, me enamora y me lleva a un mundo lejos de todo, me relaja y hasta tranquiliza mi naturaleza iracunda cuando estoy a punto de explotar.  Los que me conocen de verdad, saben que hablo de la guitarra.

La primera guitarra que escuché  fue la que tenía mi tío Carlos, quien tocaba canciones de los Beatles sin saber una sola palabra de inglés, y otras de la época que tenía en sus cancioneros. Cuando iba a molestarlo le pedía que tocara la canción de Tarzán, que, luego de casi 15 años me enteré que era una canción de los Doltons pero él le cambiaba de letra jajaja. Ahí me di cuenta que me gustaba el sonido de la guitarra, que de alguna manera me capturaba y desde ahí nacieron mis ganas de aprender.

Pasaron muchos años hasta que finalmente aprendí. Fue en mi adolescencia y cuando aprendí mi primera canción me alucinaba Hendrix, y eso que solo sabía 5 acordes. Sin embargo era feliz. A la par recibía mi primera guitarra, una Fender hermosa, que luego de un tiempo y por una inesperada caída caminando por la calle se rompió. Llegó el día en que, luego de practicar muchísimo, toqué una canción y canté por primera vez en público. Me cagaba de nervios. Sudaba. Empecé y la sensación fue increíble. Nunca olvidaré ese día. Toqué Canción para mi muerte, de Sui Generis, en parte porque me gustaba mucho esa canción, y en parte por la influencia rockera que mis tíos me dieron a lo largo de los años. Lo que más recuerdo ese día fue la cara que tenía Carlos, la persona que inconscientemente empezó a moldear esa parte de mi vida. Fue como si finalmente alguien le hubiera hecho la posta en ese arte que el quizás tomaba para enamorar a las chicas en sus épocas colegiales, a desestresarse cuando mi abuelo lo jodía, o a inventar canciones para mí.

A partir de ahí no paré. Tuve algunas guitarras más. Sigo cantando y tocando guitarra cuando puedo. Es una parte importante de mi vida que no quiero perder. Tocar una canción frente a un gran público de nuevo. Cantar en una fogata con mis amigos en la playa. Cantar en un karaoke y que me aplaudan. Transmitirle en algún momento  a la chica que me gusta todo el sentimiento posible a través de una canción. Subirme a una combi, cantar y vender "productos golosinarios" de la marca Ambrosoli.


Hay cosas que nos marcan a lo largo de nuestras vidas. Momentos, emociones, en este caso sonidos. Nunca se frustren si no les sale a la primera, o si alguien les dice que no se puede, o que no es lo tuyo. No sere Santana, pero soy Ricardo Piqué Landeo y siempre trato de tocar… la guitarra.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Bienvenidos

Creo que es la primera vez que me cuesta tanto escribir algo, quizás no tanto como falsificar la firma de mis papás en el colegio, pero si mucho más a la hora de emitir algún tipo de opinión en una encuesta cualquiera.

Después de mucho tiempo volví, ¿por qué? Creo que solo era cuestión de tiempo, ya que nunca me terminé de ir por completo de aquí, aunque creo que ahora enfocaré las cosas de un modo diferente y a la vez trataré de que la difusión de este blog sea un poco más masiva, ya que el primero que creé hace ya mucho tiempo solo llegó a unos pocos.

Trataré de escribir según como me sienta. Feliz, triste, enojado, pero en cualquier caso quiero que ustedes, amigos míos, desconocidos totales, o quien quiera que se atreva a leer este intento de blog, lo que escriba les llegue a transmitir algo, si es bueno o malo quedará en ustedes, aunque en la mayoría de los casos algo de maldad no nos hará daño.

La alcantarilla del Oso, si así se llamará este blog, serán básicamente anécdotas, cosas que aprendí de la vida, algunas que los harán cagarse de risa, otras con reflexión, algunas que los hará llorar peor que “The fault in our stars” (muy buena película por cierto) y en la mayoría creo yo, alguno de mis buenos amigos serán actores principales de las historias así que prepárense, quizás rueden unas cuantas cabezas, pero todo como dirían los del grupo Néctar es Con Cariño. El título de este blog no es porque parezca un oso y quiero que lean mis mierdas jajajaja. Nunca está de más aclarar.

Critiquen mi ortografía, mi forma de redactar, mi color de piel, hasta el aroma de mis tabas después de jugar fútbol, pero al menos TRATEN de abstenerse las críticas a los temas que tocaré. Muchas veces usaré jerga, a veces una que otra mala palabra, y como siempre algún tema picante y/o controversial. Esto lo hago por diversión. No trabajo para Martha Hildebrandt ni pertenezco a la RAE. A mis queridas tías de sangre y a mis tías de cariño, a mi querida vieja, si algún día llegas a leer esto, si quieren leer algo sin groserías, me escriben al inbox y  puedo darles buenas recomendaciones literarias :).

Por lo demás espero que puedan acompañarme en esta nueva etapa, de compartirlo con sus patas si les gusta, de decirme como pasaste primaria con esa ortografía de mierda, o simplemente un comentario con carita feliz, alegrarán mi día enormemente.

Gracias por el espacio.